Son numerosas las leyendas que narran el origen de Lorca. La mayoría tienen un carácter mitológico. Según Méndez Silva (1.649), un príncipe troyano llamado Elio, junto a un personaje griego llamado Crota, fueron los fundadores de Eliocroca, que así se llamó Lorca en la época romana. El Padre Morote, por otra parte, otorga la fundación de Lorca al príncipe troyano Elio-Urzues, navegante por el "Mare Nostrum". Espinalt escribió en 1.778 que «en el año 4.018 de la creación del mundo», un príncipe troyano llamado Elio fundó una ciudad a la que llamó Llorci. También se pensó en una combinación de los vocablos Helios (sol) y Kraton (gobierno) para formar la denominación de Eliocroca (ciudad gobernada por el Sol). Sin duda la denominación actual de Lorca procede de época árabe, cuando la medina era conocida como Lurqa. El significado de esta denominación sería "la batalla", probablemente porque fuera en esta ciudad donde se produjera el enfrentamiento entre las tropas cristianas de Teodomiro y las fuerzas árabes que invadieron la Península en el siglo VIII..
depende en gran medida del agua del trasvase procedente del Tajo, río que cruza el centro de la Península Ibérica. La extensa red de canales de riego que cubre la comarca fue introducida por los árabes durante la Edad Media.
En el norte del amplio término municipal se encuentran las mayores alturas (de ahí que a esta zona se le denomine las pedanías altas, como son las sierras del Gigante, la Culebrina y del Cambrón, en donde se articula la cabecera del río Guadalentín, formado por la unión de los ríos Vélez y Luchena. Estos espacios disponen de protección ZEPA y LIC.
Al sur del municipio hay otras sierras de importancia, como son las de Torrecilla (ZEPA y LIC), Peñarrubia, Del Caño, Tercia (LIC), Carrasquilla y Almenara (esta última ZEPA y LIC). Entre estas sierras se extiende el amplio valle del Guadalentín, formado por la denominada depresión prelitoral murciana, que comienza en Puerto Lumbreras y, siguiendo una dirección suroeste-noreste con una altitud descendente, llega hasta la provincia de Alicante.
En el espacio de costa que dispone el término municipal de Lorca, se encuentra el Parque Natural de cabo Cope y Puntas de Calnegre, compartido con el municipio de Águilas, uno de los tramos de costa virgen más interesantes del Mediterráneo.
Suponen un problema medioambiental aún sin resolver en el municipio, los excrementos (purines) producidos en las explotaciones porcinas que aún quedan en los alrededores de la ciudad.
A raíz de los resultados de las excavaciones arqueológicas que se han realizado, se sabe que Lorca ha estado poblada ininterrumpidamente desde el Neolítico Final, hace más de 5.500 años.
El temprano poblamiento permanente del valle del Guadalentín se debió principalmente a la presencia de fuentes de agua, recursos minerales, y sobre todo a que dicho valle constituye la vía de comunicación natural entre Levante y Andalucía Oriental.
Dentro del valle del Guadalentín el cerro de Lorca ocupa un lugar privilegiado, pues su orografía facilitaba enormemente la defensa, y su preponderancia en altura otorgaba un control absoluto sobre lo que ocurría en el valle.
Estos factores aceleraron el asentamiento en Lorca desde tiempos tan remotos, y se manifiesta en los abundantes restos arqueológicos que en la actualidad se documentan en Lorca, que se ha convertido en el municipio con más yacimientos arqueológicos localizados en la Región de Murcia.
El 11 de mayo de 2.011 tres terremotos sacudieron Lorca, dejando nueve muertos y cerca de trescientos heridos. El primer seísmo, de magnitud 4,5, se produjo sobre las 17:05 horas y pudo sentirse en gran parte de la Región de Murcia como Cartagena, Águilas, Murcia, Mazarrón, Alháma de Murcia e incluso en numerosos municipios de Albacete, Jaén (incluida la capital y Andújar), Almería y Alicante..
Se calcula que el hipocentro del movimiento sísmico se situó a menos de 10 kilómetros de profundidad, bajo la pedanía lorquina de La Hoya, según declaró el alcalde de este municipio, Francisco Jódar, quien señaló que en el casco urbano se registraron caídas de losas, vigas, techos, paredes y cornisas. Tras este primer movimiento, el Centro de Coordinación de Emergencias (112) recibió cientos de llamadas.
Un segundo seísmo se registró a las 18:47 horas, en este caso de magnitud 5,2, a menos de 500 metros de profundidad. Diferentes edificios sufrieron daños, como el campanario de la iglesia de San Diego, el crucero principal de la iglesia de Santiago, el campanario de la iglesia de la Virgen de la Huertas y la torre del Espolón del histórico castillo, que se desplomaron de forma espectacular. La nueva caída de techos, cornisas y demás elementos de la construcción pudo ser la que provocó las víctimas mortales, así como el aplastamiento de numerosos vehículos. Este terremoto se sintió en todas las zonas colindantes a la Región de Murcia e incluso llegó hasta la Comunidad de Madrid.
Cerca de 10.000 personas fueron evacuadas, y unas 30.000 pasaron la noche en la calle. Fue el terremoto más destructor en España de los últimos 55 años.
Se calcula que el 80 % de los edificios quedaron dañados en mayor o menor medida. La noche del día 12 de mayo se produjeron varias réplicas, la más fuerte de magnitud 4 en la escala Richter.
Como consecuencia de los seísmos del 11 de mayo se llevó a cabo el derribo de 1.164 viviendas y 45 almacenes hasta el mes de septiembre de 2. 011 y siguiendo posteriormente pendientes de derribo unas 150 viviendas.